En esta ocasión quisimos darles 9 juegos que pueden hacer en casa con sus canes en esta Cuarentena.
Sabemos que un perro ocupado es un can contento.
Lograr que lleve su propia mochila durante el paseo (con sus objetos personales) o que traiga el periódico en casa son actividades que ejercitan su cerebro y lo mantendrán estable y tranquilo. Nadie quiere un perro lleno de estrés que pueda hacer travesuras o empiece con agresividad.
1.El juego del escondite
Una opción es jugar al escondite con tu perro. Unta un objeto con un poco de comida húmeda y escóndalo en casa. Es preferible que el juguete se tape, a su vez, con una camiseta u otra prenda vieja, con el fin de evitar manchar la vivienda.
La pista de rastreo de búsqueda puede incorporar cajas, envases y otros obstáculos que el can deba saltar. El objeto con la comida puede ocultarse en distintos lugares del recorrido y, a medida que los descubra, se le premia con caricias e, incluso, con galleta casera.
2. Agárrame, si puedes
El perro disfrutará mucho con este estimulante y divertido juego canino. Ate al extremo de un palo largo una cuerda que tenga, al menos, un metro de longitud. Al final de la cuerda se anuda un peluche pequeño y ya tendrá un juguete casero barato para el animal. Escóndase detrás de una puerta o pared y agarre el palo con las manos, mientras el muñeco reposa sobre el suelo, a la vista del perro.
Cuando el peluche logre llamar la atención del can (para ello se puede mover ligeramente el palo), tratará de alcanzarlo con su boca. En ese momento, se intensifica el movimiento para evitar que el animal lo atrape. Así se convierte en un creativo juego de agarre.
3. Un, dos, tres para estimular la inteligencia del perro
Motivar al perro a emprender diferentes acciones es otro juego divertido que sirve para estimular su mente. La señal para cambiar de actividad (entre otras, para pasar de coger una pelota a correr por el pasillo en busca de su juguete o recibir un abrazo) puede estar precedida de un enérgico y simpático "un, dos, tres", que funcione de detonante para modificar la acción.
4. Huelo, huelo, ¿qué hueles?
El perro tiene un extraordinario sentido del olfato, miles de veces superior al humano, ya que su hocico cuenta con millones de receptores olfativos. Trabajar esta capacidad es un juego divertido y estimulante para el cerebro del can. Se pueden mostrar al animal nuevos olores (mejor si son intensos, sobre todo, durante las primeras veces), a los que no esté habituado. Los ambientadores comerciales, pero también las frutas, pueden ser un buen modo de comenzar.
Deje oler el nuevo aroma al perro (hay que evitar los olores que puedan causarle alergia) y escóndalo. La recompensa en forma de caricias o premios reconfortará al can, mientras ejercita su mente.
5. El pajarito en la ventana
El perro, como las personas, disfruta con la novedad. Si se vive en una casa con terraza o jardín, puede colocarse un comedero para pájaros frente a la ventana, lo que proporcionará al can un paisaje cambiante y entretenido, que variará a medida que nuevas aves se acerquen en busca de alimento. Su papel en este juego desaparece una vez que la casita para los pájaros esté colocada. Por el contrario, para el perro, será un divertido entretenimiento, que le ayudará a sentirse menos solo.
6. Cinco minutos de música para el perro
Los sonidos proporcionan sensaciones al can y son un recurso para tranquilizar a un cachorro ansioso, que sufre cuando se queda solo en casa. Del mismo modo, oír a unos lobos aullar o escuchar unas ballenas salvajes en el mar resulta un estimulo para el cerebro del perro.
Internet ayuda a obtener algunos de estos sonidos de un modo gratuito. El sitio web Animal sounds recopila distintas e interesantes sonoridades salvajes: desde aves que vuelan hasta animales de granja u otros congéneres que ladran. Sin duda, un estimulante esparcimiento para el can.
7. ¡A por un nuevo truco!
Enseñar al perro instrucciones, como sentarse, tumbarse o dar la pata, es otro modo de mantener activa la mente del animal. Hay clases y profesionales dedicados a la enseñanza canina, pero algunos trucos caseros de obediencia también pueden ayudar y sirven para desarrollar su capacidad de relación. Estas sesiones de entrenamiento obligan al perro a activar su cerebro.
Utilizar alguna otra herramienta complementaria, como un clicker (usado en educación canina), colabora con el aprendizaje y facilita que el can siga la dinámica del juego, aunque no es necesario. Una vez que el perro haya aprendido a sentarse, se pueden incorporar las nuevas pautas adquiridas. Aumentar la complejidad es un modo de estimular su mente.
8. El juego de la caja con el can
Una caja de cartón grande y vacía, colocada en mitad del salón, se convierte en un excitante juego. Permite esconderse, mostrarle objetos para perseguir, ocultar juguetes que deberá buscar y que aprenda pautas, como entrar y salir del receptáculo.
Comportarse como si fuéramos otro perro, ocultarnos con él y participar en la actividad nos convertirá en un excelente compañero de diversión y será muy estimulante para el cerebro del animal. ¡La creatividad es el único límite!
9. Un divertido masaje perruno, para terminar
Después de tanta actividad, es hora de una propuesta relajante con la que trabajar la mente del perro de una forma positiva. ¿Por qué no probar con un masaje canino? La paciencia y tener en cuenta algunos trucos (como encontrar un espacio tranquilo en casa o ejercer una presión suave en las zonas más delicadas, como el cuello) son claves para estimular el cerebro del animal con la manipulación de nuestras manos. Un masaje en las orejas del perro le resultará especialmente placentero.
En YouTube puedes encontrar varios tutoriales.
Esperamos se diviertan!
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