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¿Es tu perro reactivo? Algunas pautas y consejos



Se usa la terminología “reactividad canina” para describir a un perro que tiene una reacción exagerada a un cierto estímulo, pero no significa que sean agresivos.



Algunas muestras de reacciones exageradas a estos estímulos pueden ser ladrar mucho, gruñir en exceso, lanzarse desbocadamente hacia otro perro, aunque esté lejos… solemos distinguir entre perros que muestran reactividad con correa y perros que muestran reactividad sueltos. Por lo general nos referimos a un perro reactivo cuando el estímulo es otro perro, pero pueden ser también personas u otros animales.


Muchas veces esto pasa cuando hemos adoptado un cachorro que no ha sido socializado de manera adecuada y/o en su etapa de socialización tampoco se hizo adecuadamente, tiene miedos y fobias, ansiedad, educación inconsistente o basada en castigos, excitación excesiva, deseos de saludar, juego, etc. Pero sea por uno u otro motivo subyacente, lo que quiere básicamente el perro es alejarse del estímulo que considera amenazante o bien acercarse para mantener un contacto social.



⚠️ ¿Un perro reactivo es un perro agresivo? ¡Rotundamente no!

Pero desgraciadamente se confunde una cosa con la otra. Creemos que un perro que reacciona así nos quiere morder. Otra cosa es que este perro aprenda que mordiendo la amenaza se aleja, lo que constituye un refuerzo negativo que haría que la conducta se repitiera. O que cuando se acerca la persona lo acaricia, lo que constituiría un refuerzo positivo. El mayor problema con estos perros es que sus dueños no entienden lo que el perro quiere, y como frecuentemente se malinterpretan sus pretensiones, comenzamos a probar opciones: castigarlo tirando de la correa, tranquilizarlo cuando ocurre, someterlo, asumir que “mi perro es así”.


Ninguna de estas opciones trata realmente el problema de base, porque o bien refuerza el comportamiento, o bien le crea al perro más estrés y ansiedad.



✅ ¿Que hacer?

Bueno, lo primero por supuesto sería obtener un diagnóstico de un especialista, cada caso requiere un análisis particular y una aplicación asesorada del tratamiento correspondiente.


Lo mas recomendable es el trabajo que se llama "desensibilización y contracondicionamiento", y es un trabajo de mucho tiempo. Por supuesto, mientras lo hacemos, el perro no debe enfrentarse al estímulo en toda su magnitud, o daremos de nuevo pasos hacia atrás.


Este trabajo consiste en dejar de someter al perro durante un tiempo al estímulo en cuestión. Mientras, trabajaremos la obediencia relajada (con refuerzo positivo), someteremos a nuestro perro a una rutina de ejercicio físico y mental, para conseguir un estado general de homeostasis. Poco a poco se debe ir exponiendo al perro al estímulo y reacondicionado.


Si practicamos este ejercicio todos los días, podremos ir reduciendo cada vez más la distancia al estímulo, muy gradualmente, de manera que podamos llegar a estar muy cerca sin que haya reacción.


Pero recuerda, esto es solo una aproximación general. Recomendamos que cada caso debe ser analizado individualmente por un especialista veterinario en comportamiento.




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